«La cultura alimenta el alma de una sociedad. El teatro alimenta el alma de una sociedad. Cuanto más y mejor teatro se hace en una sociedad, más sanos son sus ciudadanos espiritual e intelectualmente.
El teatro es comunión, es cooperación, es energía colectiva depositada en un lugar y en un segundo determinado, todos a la vez, todos en lo mismo, sentimientos desencadenados en grupo.
El teatro es diversión, un paréntesis en la vida, un universo donde todo se resuelve al final.
El teatro, en fin, moviliza las conexiones entre nosotros y el mundo, entre nosotros y nosotros.»
Manifiesto de Teatro Defondo.